domingo, 7 de mayo de 2017

El fascismo italiano

Nos encontramos años después de la Primera Guerra mundial, en la que Italia había intervenido como aliada de Francia y Reino Unido, las potencias vencedoras.

El fin de la guerra en Italia provocó la muerte de miles de cientos de miles de personas y la inutilización  de muchas industrias. Esto provocó una crisis económica, debida a la inflación de los productos producida por la elevada deuda exterior, debido a esto, el coste de vida aumentó en una sociedad en la que el número de parados aumentaba a la vez que bajaban los sueldos.
Debido a esta crisis económica, se produjo en Italia una crisis social. En el norte de Italia estallaron numerosas huelgas revolucionarias; algunos campesinos ocuparon las tierras de los grandes propietarios y el proletariado se incautó de numerosas fábricas. Estos movimientos fueron mayormente reprimidos, pero a pesar de esto las clases más conservadoras temían el estallido de una revolución social.
Los acuerdos de paz tras la guerra tampoco ayudaron a mejorar esta situación, ya que no se le entregan a Italia las tierras que le fueron prometidas, debido a esto el irredentismo fue extendiéndose por el país.
Por si fuera poco, la vida política italiana tampoco estaba mejor. Había una gran inestabilidad en los órganos de poder, ya que en tan solo dos años (1919-1922) se sucedieron cinco gobiernos diferentes.

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En esta caótica sociedad italiana de las posguerra, aparece Benito Mussolini.
En 1921 creó los Fasci de Combate que eran cuerpos paramilitares con los que frenaba el auge de los movimientos obreros, atacando a los sindicatos y a sus líderes.

En 1921, los Fasci se transformaron en el Partido Nacional Fascista, que se presentó como el único que podía frenar los movimientos revolucionarios en Italia. Querían un Estado fuerte, que garantizase la propiedad privada y con una política exterior expansionista. Este nuevo partido contó con el apoyo de la pequeña burguesía, la financiación de los grandes propietarios y la tolerancia de la Iglesia Católica y el rey.

Con todo esto, en las elecciones de 1922 el Partido Fascista solo consiguió 22 diputados de 500, pero ese mismo año, con las camisas negras (Fasci de combate) aplastó la huelga general de sindicatos socialistas y anarquistas.

Mussolini exigió al rey la entrega del gobierno, para lo que organizó una Marcha sobre Roma con sus camisas negras. En octubre de ese año, el monarca, presionado por las fuerzas conservadoras, le nombró jefe del gobierno.


Entre los años 1922 y 1925, Mussolini inició un proceso de restricción de las libertades y persecución de sus adversarios, aunque continuó manteniendo el régimen parlamentario*.

Después de las elecciones de 1924, instauró un régimen autoritario. El Estado y el partido fascista quedaron identificados y Mussolini se atribuyó plenos poderes.

A partir de entonces, los partidos fueron prohibidos y sus líderes encarcelados, el Parlamento fue sustituido por un órgano llamada Cámara de los Fasci, las huelgas fueron prohibidas y los sindicatos sustituidos por un sistema de corporaciones por oficios, que englobaban a los representantes de obreros, patronos y Estado.

El Estado dirigía todos los aspectos de la vida social y controlaba los medios de comunicación, la economía, y apoyaba a empresas privadas con pedidos militares y fuertes subvenciones.

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viernes, 24 de marzo de 2017

El crac de 1929

El crac del 29 fue la más devastadora caída del mercado de valores en la Bolsa de Estados Unidos, y  dio lugar a la Crisis de 1929, también conocida como la Gran Depresión. ¿Qué fue lo que dio origen a esta situación? ¿Cuáles fueron sus consecuencias? :

  CAUSAS


  Nos encontramos diez años después del final de la Primera Guerra Mundial. Durante la Gran Guerra (1914-1918) Estados Unidos vendió alimentos, armas y productos industriales a sus aliados, lo que hizo que el país acumulara la mitad de las reservas mundiales de oro y el dólar se convirtiera en una sólida moneda de cambio. A demás, muchos países europeos estaban endeudados con EE.UU por préstamos de guerra.
Al finalizar la guerra, se convirtió en la primera potencia económica mundial; apareció la publicidad, que hizo que productos antes reservados a personas con gran  poder económico se volviesen necesidades,la productividad aumentó por lo que los precios de los productos bajaron, los sueldos aumentaron (taylorismo y fordismo), y se produjo una era de consumo de masas. Esto desencadenó en un auge de la Bolsa.
La demanda de acciones subió, y los precios de estos aumentaban constantemente. Se generó , por lo cual, una gran burbuja especulativa, es decir, las acciones tenían un precio desorbitado comparado con su valor real. Los inversores compraban acciones a altos precios para venderlas al poco tiempo a precios aún mayores. Fue tal el fenómeno que la gente pedía créditos al banco para comprar acciones.
Debido a la gran producción de productos para la guerra, al finalizar esta, la demanda bajó desmesuradamente, quedando muchísimo stock, por lo que los campesinos fueron los primeros en notar la crisis que se avecinaba. Muchos estaban endeudados,y al bajar los precios por la poca demanda y la alta oferta, no pudieron devolver los préstamos y se arruinaron.Muchos de ellos emigraron a las ciudades en busca de trabajo.
 Los stocks seguían acumulándose igualmente en las fábricas, ya que la producción crecía más rápidamente que el mercado. La bajada de precios hizo que muchas empresas quebraran y cerraran sus puertas, quedando muchos obreros en el paro.
 Debida a la baja capacidad de compra de la población, el consumo bajó aún más, la crisis ya había llegado al país.  

EL CRAC DEL 29


Los accionistas comenzaron a ser conscientes de que el precio de las acciones no se correspondía con su valor real, y que no subiría indefinidamente.
Se generó una ola de pánico y desconfianza, y el 24 de octubre de 1929, millones de inversores pusieron sus acciones a la venta. Debido a la gran oleada de vendedores en la Bolsa de Nueva York, la oferta de acciones superó a su demanda, por lo que los precios de las acciones bajaron desorbitadamente. Esto se conoció como el crac bursátil.
Muchos inversores se arruinaron, y millones de ciudadanos acudieron en masas a los bancos para retirar su dinero. Los bancos ya había puesto una gran suma de dinero en un intento desesperado de recuperar la bolsa, por lo que muchos se vieron obligados a cerrar por falta de fondos, ya que tampoco podía cobrarse los préstamos hechos a particulares y empresas, ya que estos también estaban arruinados.





CONSECUENCIAS


 La crisis bursátil se propagó a otros sectores, tales como la industria, el comercio y la agricultura, provocando una gran depresión económica.
 Debido a esto,  el consumo disminuyó, y muchas empresas cerraron puesto que no podían vender su producción. El número de parados aumentó, y muchas personas tuvieron que vivir en la miseria y valiéndose de la caridad pública.
Para hacer frente a esta crisis, los bancos estadounidenses retiraron los capitales que tenían en Europa, y disminuyeron sus inversiones.

Al disminuir las inversiones provenientes de EE.UU, el comercio sufrió una gran recesión, lo que ayudó a la difusión mundial de la crisis.



SOLUCIONES


En 1922 subió a la presidencia Roosevelt que propuso el New Deal, es decir, la participación del Estado en la recuperación económica del país.
Para reactivar la economía, propuso varias reformas:

Se les ofrecieron ayudas públicas a las empresas con dificultades, y se crearon empresas públicas en los sectores en los que ya no había inversión privada.
Se destruyeron los stocks agrícolas, para que la oferta fuera menor y los precios pudiesen subir.
El Estado estableció un control sobre los bancos, obligándolos a dar préstamos con bajos intereses para que los empresarios decidieran crear nuevos negocios o ampliar los suyos ya existentes.

Para luchar contra el paro, se realizó un gran plan de obras públicas y se redujo la jornada laboral a cuarenta horas semanales. Para aumentar la capacidad adquisitiva de los trabajadores, se dieron subvenciones a los productos agrícolas para permitirles tener un precio más competente y se subieron los salarios.

En 1934 la renta nacional empezó a remontar, aunque fue el estallido de la Segunda Guerra Mundial lo que le permitió a Estados Unidos superar verdaderamente esta crisis.